El Gran Caffè Gambrinus de Nápoles es uno de los referentes más claros que se puede encontrar en Italia de los cafés literarios de inspiración europea nacidos en la segunda mitad del siglo XIX. Abierto con el nombre de Gran Café en 1860 en un elegante edificio de 1816 que en la actualidad alberga la sede de la Prefectura, el local no tardó en convertirse en el centro de la vida social, cultural y literaria de la ciudad: reyes, reinas, políticos, periodistas, escritores y artistas de renombre internacional lo convierten en el lugar para conocer, discutir y escribir versos.
Con el paso de los años, el café también se convierte en una importante galería de arte en el corazón de Nápoles e incorpora la iluminación eléctrica. Para celebrar el renacimiento, el café pasa a llamarse Gran Caffè Gambrinus tomando el nombre del legendario rey de Flandes inventor de la cerveza. La intención era fusionar las dos bebidas más populares en el imaginario europeo: la cerveza (rubia, nórdica y fría), y el café (oscuro, caliente, placer típico napolitano).
Desde la Belle Époque pasaron por sus salas personajes famosos de diferentes épocas y países: Gabriele D’Annunzio, Ernest Hemingway, Oscar Wilde, Jean Paul Sartre, entre otros. De esta forma, el Gran Caffè Gambrinus siguió si próspero camino hasta 1938, cuando el prefecto decide cerrar el local al considerarlo lugar de encuentro antifascista. Afortunadamente, el Banco di Napoli interviene para hacer del local sus oficinas, evitando así que muchas obras de arte fuesen destruidas.
A principios de los años 70, Michele Sergio comienza la batalla para recuperar el histórico café. Así, después de una larga batalla legal, y gracias al minucioso trabajo de restauración del antiguo estuco y de recuperación de los valiosos frescos, el Gran Caffè Gambrinus volvió a abrir sus puertas recuperarando su antiguo esplendor y convirtiéndose nuevamente en punto de referencia para cualquier visitante de la ciudad de Nápoles.
http://grancaffegambrinus.com/